La fotografía de conciertos I: Marisol Huertas Bailen
mayo 08, 2020
Siempre que iba a un concierto anhelaba la posición "privilegiada" de los fotógrafos al estar tan cerca de las bandas, lo que desconocía es que, mientras yo disfrutaba del concierto ellos estaban trabajando. Un trabajo en la sombra de unos profesionales que con sus objetivos inmortalizan momentos que nunca se perderán en el tiempo.
Hoy los protagonistas son ellos, esos grandes profesionales que se "esconden" detrás de sus cámaras esperando el momento exacto para pulsar el disparador.
La fotógrafa de este especial se llama Marisol Huertas Bailen y es todo un referente actual en la fotografía de conciertos de este país:
"Echar la vista atrás en este momento en el que la música se
ha silenciado y saber que ahora nos tocará encontrar la fórmula con la que este
mundo pueda volver a sonar y sea compatible de nuevo el contacto con eso que
nos entra por la vista, los oídos y el tacto con los conciertos. Porque
hay que volver, hay que estar preparado para lo que se nos viene encima que va
a ser muy duro.
Tenemos que reinventarnos todos. Y, en el caso concreto de
los fotógrafos de conciertos, si antes teníamos poca cabida aquí, bien porque
somos muchos o bien porque la mayoría de veces no se valora económicamente
nuestro trabajo de ahí que muchos abandonen este set list, creo que después de
esta crisis vamos a ser todavía más un cero a la izquierda.
Ojalá se le diera valor a nuestro papel como profesionales
de la fotografía porque somos los únicos que hacemos posible que nuestras
retinas recuerden, activando el cerebro con una imagen, una imagen tomada en
ese momento único en que sucedió, un instante del que dejamos constancia con
aquel `disparo´ realizado en el momento preciso. Me gustaría decir "un día
os presento a mi nueva Nikon Z6 o Z7, conseguida de mi trabajo por las salas,
los festivales" (risas). Qué ilusa sería si creyera que esto es
posible.
Siempre que empiezo a hablar de este tema derivo en lo mismo
y no quiero, porque no vale la pena crear conflicto, es algo que te hace
terminar psicológicamente tocada y, además, ya pasó.
En noviembre del año pasado, yo ya paré mi mundo fotográfico
al 100 %. Tuve que aceptar la pérdida de un disco duro que contenía dos años de
trabajo, quizás los más intensos que había vivido hasta ese momento. Entonces,
digamos que he sufrido un “confinamiento” en mi mundo que empezó mucho antes de
este oficial que se inició el 14 de marzo. Yo ya había dejado de querer ir a
los conciertos mucho antes.
La fotografía de conciertos la llevo tatuada con tinta en mi
cuerpo por lo mucho que significa para mí; pensaba que abandonaría mi rutina
fotográfica por tantos obstáculos que te salen en el camino y no lo hice hasta
ese suceso de noviembre, que lo viví como un aviso de que tenía que abandonarlo y
dejarlo.
Pero, ahora, recibir mensajes personales y en privado
diciéndome cosas como "Oye por qué no subes ya fotos? Ocurre
algo?" además de otros sucesos como
que Ruben Ruido Noise y Gaspar del Valle Marco me saquen en su fanzine Base
Record #2 (mí siempre underground querido ❤️) o que ahora Santi, de la web “Until The
Light Takes You”, se ponga en contacto conmigo para participar en un
monográfico de fotografía de conciertos junto con grandes profesionales que
admiro y sigo, me hace pensar que hay que seguir y me hace decidirme a hacerlo.
Digo yo que algo bueno habré hecho en la vida con mi cámara para que se
acuerden de mí algunas personas.
Así me encuentro ahora en mi trayectoria. Al final, tomar
conciencia de aquel accidente de la pérdida del disco duro con material muy
valioso e irrecuperable, también me ha hecho empezar de cero, teniendo muy en
cuenta un largo pasado ya a las espaldas, fotografiando música con una cámara
compacta allá por el 2008 en mi inicio, luego en el 2014 entró en mi vida la
primera réflex en forma de Nikon 5100 y en la actualidad nunca me separo de mi
Nikon 7200 y con una 610 que la saco poco a pasear.
Ahora viene el momento difícil el elegir cuatro fotos, porque todas las
que he llegado a procesar tienen un valor para mí, me basaré en lo que me gusta
capturar y lo que creo que identifica mejor a mis fotos:"
1. Epica (Leyendas del Rock 2017, Villena.
Alicante) "Si hay algo que me gusta capturar, es un headbanging en acción. En
ese proceso nunca uso ráfaga: siempre me estudio el movimiento de los músicos y
ese movimiento siempre lleva un orden, que yo numero uno, dos, tres, y cuando
lo sincronizas ya sabes que el momento tres es el instante del buen disparo."
1. Bloodhunter (Diva Satanica), Rock Arena,
16 de junio 2018, San Fulgencio, Alicante. "El obtener la captura de una
provocación, de un gesto o un detalle provocador, me encanta, ya sea una lengua
lasciva o tan solo bromista, una "peineta" dirigida al público, un
puño apretado, gestos con las manos que hacen que estas parezcan garras, una
vena del cuello hinchada y muy marcada,... Un gesto de rabia también me da
mucho juego. Todo esto es la interpretación corporal del significado que puede
tener la letra de una canción, haciendo más visible el mensaje. Esta fotografía
elegida, además, tiene una bonita historia detrás, que un gran dibujante como
es Fernando Ferreiro se fijara en ella para dibujarla ... ¿que más puedo decir?
... tan solo puedo añadir que me siento más que agradecida de que una foto mía
se encuentre entre sus obras."
1. Sortilegia
(Catalonia Extreme Winter IV, 18 de enero 2019. Barcelona). "Suelo realizar mi trabajo en lugares muy oscuros, sin luz. Además,
resulta que muchos grupos de los que me gustan
son de los que exigen que haya poca iluminación.
Al principio, me lo tomaba muy mal y ahora pues
si consigues alguna captura, pues reto
superado. En estos eventos de Black Metal
donde se usa mucho el humo con la luz de una vela me gusta mucho cómo quedan las fotos. Algunas tienen un resultado como si las
hubiera realizado en un estudio fotográfico. Me quedo muy satisfecha y
resulta muy gratificante, porque una sabe
la dificultad que ha tenido para llevarte esa noche aunque sea solo una foto"
1. In Mute (Festival Doctor Fusión, 25 de julio
2015, Hellín, Albacete). "Esta imagen es la que más me ha costado elegir. Elegir
una sola foto de Steffi es un verdadero dilema para mí. Siempre que tengo que
seleccionar algo destacado de mi trabajo, Steffi tiene que estar ahí. No sé si
a los demás fotógrafos les pasa esto, que su cámara se vuelva especialmente
sensible ante alguien. Para mí, ella es la musa que inspira desde siempre todos
los parámetros de mi cámara, parámetros que se alteran cuando ella está arriba
de un escenario. Ella transmite mucho. Por dentro y por fuera es toda una mujer
con grandes cualidades para lo que se proponga en la vida."
-Marisol Huertas Bailen-
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